Por
Fernando Trujillo
Si en el anterior articulo hable de como el concepto
político de tolerancia era usado para callar todo pensamiento disidente en este
artículo analizare como el concepto de libertad de expresión ha dejado de
existir en nuestra sociedad.
Día con día creemos que vivimos con libertad de
expresión, escribimos en las redes sociales como nos sentimos, que comimos, que
nos gusta y que no, creemos que dar nuestra opinión en un periódico ejercemos
esta libertad y creemos que en lejanos países de medio oriente y Asia es donde
existe la represión a esta libertad.
En realidad en la sociedad occidental hace mucho
tiempo que se acabó la libertad de expresión, quedando solo una quimera a la
que nos aferramos.
Usted puede decir libremente si le gusto o le
pareció vulgar la presentación de Miley Cyrus en ese concierto de Mtv, puede
decir que película le gusto y cual el pareció mala, puede poner en su estado en
la red social su descontento con los políticos de turno y usted continuara
creyendo que ejerce su libertad de expresión.
Pero nuestra sociedad está construida con base a
tabús, existen ciertos temas sobre los que no se puede hablar, ciertas
fronteras que no se pueden romper o entonces toda la represión e intolerancia
de este Sistema caerá sobre usted.
En Europa escritores revisionistas son perseguidos y
encarcelados por poner en duda el Holocausto, en varios países decir un chiste
considerado “racista” u “homofóbico” puede llevarte incluso a la cárcel, en
México el congreso estudia propuestas para penalizar el revisionismo histórico
e incluso penalizar con multas palabras consideradas incorrectas.
Irónicamente en nombre de la libertad de expresión
estamos permitiendo la censura, la penalización de muchas expresiones verbales,
la prohibición de libros y el nefasto concepto de “crimen de odio”.
Si has visto el capítulo de South Park en el que
Cartman jugando le tira una piedra a Token y es sentenciado a una pena de
prisión por cometer un “crimen de odio” entonces puedes ver el absurdo y el
grado de politicismo correcto al que se ha llegado.
Tal como se explica en ese mismo capítulo todos los
crímenes son de odio, es ridículo ese concepto y es una contradicción a un
sistema que dice basarse en la igualdad. Da igual si la víctima es blanca,
negra u gay es un acto producido por la violencia y el odio.
El absurdo del concepto de ese episodio se da en las
escuelas americanas donde cualquier pleito de niños puede ser considerado un
crimen de odio por los medios y autoridades escolares.
Pondré un ejemplo dos niños de diferentes razas (uno
blanco y otro negro) son amigos pero se pelean por la razón que usted quiera,
otro niño lo graba y lo sube a alguna red social, en minutos una riña infantil
se convierte en un tema sobre el racismo, el crimen de odio, la xenofobia en
las escuelas, el bullying y cientos de usuarios comentaran sin bases ni
argumentos sobre el racismo blanco o alguna cosa así.
En nombre de la seguridad y la ley estamos
permitiendo que se aprueben leyes para censurar palabras, libros y cualquier
cosa que vaya contra lo políticamente correcto.
Está claro que la libertad de expresión se acabó en
occidente, en esta época al negro no le puedes decir negro sin que te acuse de
racismo, al gay no le puedes decir gay sin miedo a que te acuse de homofóbico,
como maestro a un niño no puedes llamarle la atención sin que la Comisión de
Derechos Humanos te acuse de fomentar el bullying.
No puedes decir un comentario o un chiste
considerado políticamente incorrecto en televisión o en un video de internet
porque entonces te caen los activistas de derechos humanos y llaman a un
boycott en contra de tu persona.
El congreso mexicano ha aprobado una ley para
prohibir las palabras “maricon”, “puto” o “joto” por ser consideradas
incorrectas. Estas palabras son parte del vocabulario mexicano, los niños lo
usan en las escuelas no como una forma de homofobia si no para denotar una
actitud cobarde o para acusar a alguien de chismoso pero debido a que a una
minoría considera incorrecta la palabra entonces deciden prohibirla.
En nombre de la seguridad estamos permitiendo la
formación de una neolengua en el sentido orwelliano, las palabras incorrectas
se prohíben, se tergiversan, se modifican de manera que estés sometido por el
lenguaje del partido.
Ya el lenguaje no te pertenece, esta mutilado y
encadenado, ahora usas una neolengua creada por el Sistema para someterte.
Censurar palabras es el más grande acto de estupidez
hecho por una democracia agonizante y que quiere mantenerse vigente ante una
muchedumbre temerosa.
Actualmente este modo de neolengua está censurando
palabras consideradas “racistas” u “homofóbicas” mutilando el vocabulario e
imponiendo el miedo a la expresión.
A las lista de palabras prohibidas se suman las
palabras “navidad”, “pascua”, “villancicos”, “oración” y esta tendencia ha
nacido en los países de Europa y Norteamérica donde la libertad de culto está
siendo atacada sobre todo a lo que respecta al cristianismo.
En varios de estos países a los niños en las
escuelas y a la población se les está prohibiendo practicar su religión, esto
para no ofender a la mayoría musulmana e hindú que va de inmigrantes, la
palabra pascua se ha puesto al mismo nivel de las palabras consideradas
ofensivas, tanto desean una libertad de cultos que están sacrificando el
derecho a practicar la fe de sus padres y ancestros.
En la neolengua de este Sistema las palabras
asociadas a la cristiandad están también en el index de palabras prohibidas
como parte de la estrategia de suprimir la identidad religiosa de los pueblos
occidentales y lo peor es que se permite, se considera bueno y multicultural
pero mientras que las palabras asociadas a la cristiandad son condenadas, las
palabras Ala, Corán y Buda son celebradas como parte de la diversidad.
Las personas tienen miedo de hablar por temor a
decir algo incorrecto y ganarse el odio de una sociedad temerosa. No puedes
decir nada, ni expresarte por miedo a una multa, una demanda o a ser expuesto
en las redes sociales.
El miedo a hablar se ha vuelto una tendencia cada
vez más marcada y nuestra sociedad sigue encerrándose en un politicismo
correcto más severo.
Ahora se habla de censurar libros como “Tom Sawyer”
de Mark Twain por tener la expresión negro, se habla de censurar palabras en la
“Divina Comedia” por ser consideradas antisemitas.
El miedo al lenguaje escrito o hablado es parte de
esta sociedad, si escribes algo considerado incorrecto en tu estado de face
(sea broma o en serio) te expones a que te dejen en ridículo en memes o que te
cierren la cuenta incluso.
Uno ya no puede hablar sin temor a la censura,
cualquier cosa que uno diga se toma a mal, si críticas a los emos te caen
asociaciones “culturales” y de derechos humanos por el acto de “denigrar” a una
minoría, si hablas a favor de las corridas de toros entonces los defensores de
derechos de los animales te harán la vida imposible en redes sociales.
Las diversas asociaciones autodenominadas
antifascistas que dicen luchar por los derechos humanos se han dado a la tarea
de atacar a quienes disientan del actual sistema, incluso llegando al grado de
agredir físicamente a la persona que tengan en la mira.
Le paso a los historiadores revisionistas David
Irving y Robert Faurisson que fueron golpeados brutalmente por antifascistas.
El antifascismo es el matón personal del Sistema, si
a la elite que domina este sistema no le gusta lo que escribes o dices entonces
manda a los antifascistas a darte una golpiza o a agredirte verbalmente en el
internet.
Los grupos antifascistas incendian librerías que
venden material “inapropiado”, golpean a historiadores, queman libros que ni
leen pero que odian y son apoyados por el Sistema.
Pero luego estos grupos salen con que son defensores
de la libertad de expresión y de los derechos humanos ¿No es un derecho humano
expresarse libremente? Así funciona la lógica de estos grupos.
La libertad de expresión en occidente se ha acabado,
no puedes hablar, no puedes escribir, la Policía del Pensamiento vigila tus
estados, vigila tus twits, vigila tus pasas y cada palabra que salga de tu boca.
Censurar el lenguaje es parte de la opresión del
individuo por parte de este sistema, oprimidos exteriormente e interiormente.
Ya tenemos algo en común con China y no es la alta calidad genética de su gente
o su poderío militar, somos esclavos en mente y alma de una sociedad mecanizada
y tirana pero no se preocupen aún podemos elegir entre la opción “A” y la opción
“B”, que película podemos ver, que marca de ropa podemos escoger y porque
partido votar.
Septiembre 2013
Fernando excelente escrito entre este articulo y el anterior, leo tu texto y luego podemos ver cuan avanzado está todo lo que describes, mas claro imposible del relato del sistema.
ResponderEliminarhttp://vimeo.com/112261718